miércoles, 3 de octubre de 2007

En jerga

El sol le pega justo a las tres de la peca mayor, entre el labio y la nariz. Es la hora.

Salta del colchón y en patas encara derecho al baño. Se escucha el chorro chiquito, al toque el chorro largo y fuerte del tanque y enseguida el chorro mediano de la pileta.

Calza las ojotas, se asoma al balcón. El pelo le tapa la cara, buen viento, piensa, hay que apurarse.Se pone una remera, bermudas, tantea las llaves en el bolsillo, la pita, está todo. Agarra la chanchita, y sale.

Hace tres semanas que espera este día. Soñó toda la noche con una izquierda chupada, brazeaba con agilidad, sin sentir el pinchazo agudo en los hombros, y la veía venir. Le entraba justo, ligero. La corría y era eterna. Ojalá piensa y sonríe a las persianas de la cuadra todavía cerradas.

El viento viene de bien adentro asi que con los rulos de antifaz camina las cinco cuadras de memoria, no ve nada.
Recordando el tubo perfecto de la izquierda que corrió toda la noche, se da cuenta que siempre sueña sin banda de sonido. Ni ruido ambiente, ni diálogo, ni música incidental. Su abuela le contaba que de chica siempre soñaba con la marsellesa de fondo, asi fuera una pesadilla en la que el abuelo polaco era protagonista indiscutido o una romántica con el galan de turno. Él no, sus sueños siempre son silenciosos. Tan silenciosos como esta mañana. Es raro, hay viento y viene siguiendo el pronóstico de buenos swells desde hace tres semanas, no fallan, piensa.

Asi llega como en película muda a la bajada de todos los días. Y no ve, entonces se levanta la remera a pesar del frío en la panza e improvisa un turbante para domar a los rulos. Y ve sí, pero no lo puede creer, la chanchita se le cae del brazo, un nuevo abolle.

El mar se fue, no está y no está soñando.

1 comentario:

José Alfonso Romero P.Seguín dijo...

"El sol le pega justo a las tres de la peca mayor, entre el labio y la nariz. Es la hora."
Muy bueno.
Recibe un fraternal abrazo.