viernes, 27 de julio de 2007

San Kiss líbranos de todo mal

Son las 7 am, buena hora para irme. Ya fueron mis karaokes con los beatles, mamá a los gritos antes del silencio, la lengua del tano forzando mi boca, mis rezos a Kiss líbranos de todo mal, mi viejo puteando porque la maestra supo que se paseaba en calzones rojos. Tal vez por eso se fue, yo no aguantaría que en el colegio supieran que llego a casa y me pongo esa bata inflamable que me regaló la abuela. Tiene tanto naylon que si me acercaran un fósforo terminaría a lo bonzo con las tripas fritas en veinte minutos, a mi me gustaría pero si fuera un bonzo salvador de niño esclavo en un país asiático, si fuera bonzo que se inmola por la última revolución, un bonzo salvador en bata blanca y celeste como la bandera que creó Belgrano, mi primer pero no último héroe gay. Pero ni fui bonzo ni me llevo la bata. Estoy en el andén de la estación adroguería sud, la capital de la nada tilinga al sur del extramuros sur. En el bolso, dos paquetes de cerealitas, un pullover, tres jacks, dos frascos de pastis. Son las 7 am. Tengo 11 años.

2 comentarios:

Tomás Eastman dijo...

excelente idea la de juntar lo suyo acá.
A varios de los textos ya los comenté.
No lo repetiré.
Me gustó mucho el último texto en el blog original, aunque por los comments concluí que era autobiográfico.
Bueno, que decir. Le deseo lo mejor posible.
salut

EmmaPeel dijo...

warren: grazie, y si, está pasando en este mismo instante. Besos